Saturday, June 27, 2009

EL PEZ Y LA ESCALERA DE JACOB







EL PEZ Y LA ESCALERA DE JACOB
José Carlos De Nóbrega




Persistiendo en la transparencia e inmediatez de su propuesta pictórica, Milagro Casañas atraviesa un momento de madurez y depuración en su discurso plástico. Lo figurativo convive de manera espontánea y simbiótica con lo abstracto: el pez, ícono con el que se identifica e insiste, asciende la escalera de Jacob empujado por ríos de amarillo vivo y negro petróleo. Encontramos que el tratamiento del color dialoga –en la ausencia de la arrogante cita culterana- con el Chino Hung: son notables su limpieza y brillo que obsequian contentamiento al ojo atento, inmerso en el solaz de la imaginería primigenia. La luna roja, en un cuarto menguante, se recuesta del tallo del caucho que llora esperma y sangre; a la manera de un vía crucis que concilia y conforta al rabí y al ladrón hermanados en la muerte. Nos cuenta Héctor Murena que un Leonardo, sin duda aliviado, completó el conjunto de La última cena con Cristo y Judas, encarnados por el mismo modelo: “Pero cuando supo que era el mismo leñador que años atrás posara como modelo para Cristo, el mismo leñador, que desde entonces se había vuelto criminal y ladrón, Leonardo se quedó, por así decirlo, tranquilizado”. No es para menos, pues la legión divina y satánica de adentro hace añicos el maniqueísmo y el fundamentalismo religioso que apunta al totalitarismo y a la sumisión, no a la humana mayordomía del mundo. En otro caso, la Naturaleza Muerta simula la muerte: Los elementos más sencillos –el pez plasmado en el lienzo colgante, la escala que se enrosca, el tambor y el florero- se integran configurando una visión vívida, lúdica y compasiva de un mundo abigarrado y agobiado. Es Naturaleza vivificada por la multilateralidad del encuadre, la composición y la voz de la artista. ¿Qué decir del remolino de las manchas solares que abraz(s)an al espectador en una danza que desafía voces agoreras, gritos necrofílicos y la cagantina de imágenes terroristas y apocalípticas? El pez, estampado por imágenes variopintas –provenientes del fetichismo religioso, publicitario y crematístico-, se abre paso a duras penas por aguas cagadas por el diablo, llámese economía de libre mercado, globalización o economía centralizada. El cardumen nada a contracorriente, sin embargo, en pos del origen y el clamor primitivo de las aguas mansas.

En Valencia de San Simeón, el estilita, 27 de junio de 2009.

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "EL CORAZÓN DE VENEZUELA: PATRIA Y POESÍA", CASA NACIONAL DE LAS LETRAS ANDRÉS BELLO, 1-07-2009



La Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello
en el marco del VI Festival Mundial de Poesía 2009

tiene el gusto de invitarles a la


Presentación del Libro

"El Corazón de Venezuela:
Patria y Poesía"



Presentadores
Juan Calzadilla
y José Carlos De Nóbrega

Recital
POETAS LE CANTAN A VENEZUELA
Luis Alberto Angulo
Luis Ernesto Gómez
Luis Felipe Bellorin
Luis Alberto Crespo
Alejandro Silva
Juan Chávez López
Humberto Gómez García

Miércoles, 01 de Julio de 2009. 10 am.
Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Salón Rojo.



Este libro acopia poemas de autores de diferentes generaciones y vinculaciones literarias, referidos al tema de la nacionalidad y a la categoría insoslayable de patria en su dimensión amorosa y comprometida a favor de la sociedad. El corazón de Venezuela / patria y poesía, por otra parte, no pretende canonizar autores que ya el tiempo ha enaltecido o probablemente, enaltecerá. Su cometido es otro, hacer evidente la enorme atención que este tópico ha tenido y tiene en nuestros creadores, así como la indiferencia manipuladora de una supuesta crítica que ha intentado imponerle categorías vergonzantes al abordaje que se haga de él. No siendo, en sentido estricto, una antología de la poesía escrita en Venezuela, la compilación de estos materiales ha devenido en la comprobación, una vez más, de la excelencia y vigor de nuestra poesía, así como del injusto desconocimiento de propios y extraños, de tan contundente fenómeno.

LAA


La palabra patria ha sufrido el desgaste de los sentenciosos y rigurosos convencimientos heroicos, que enaltecen hasta lo impalpable el sentido mismo de lo que se nombra. Patria y algo rechina en la patente de mis zapatos, algo aprieta, oprime, ordena. Esa patria, que fue una mentira para el dominio, ha recuperado, en estos tiempos de revolución bolivariana, un sentido de hermandad, de orgullo, de pertenencia. Patria es una lucha y una esperanza. Nuestros poetas nombran a la patria con la palabra de la poesía, que es eterna y solamente humana.

Stefania Mosca

Friday, June 26, 2009

ORACIÓN FÚNEBRE POR MICHAEL JACKSON (1958-2009) CON CODA PARA FARRAH FAWCETT (para que mi catira no pase debajo de la mesa)




Ha muerto el ídolo del pop Michael Jackson. Seguramente estarán preparando una urna refrigerada -a la manera de una gigantesca nave espacial- para conservar su cuerpo profanado innumerables veces por el bisturí, el vitiligo y el despropósito racial. Por supuesto, habrá espacio para una Janet Jackson andrógina que orina parada en los limpios pasillos de la nave (nos referimos al video Hold me now en blanco y negro, salpicado por Warhol, Magritte y Pollock), los ojos violeta de Elizabeth Taylor y el muy admirado cuerpo de Diana Ross. Los niños harán de las suyas, correteando por doquier y rompiendo jarrones de no sé cuál dinastía china; la manada infantil y salvaje prorrumpirá en gritos y sollozos de anime japonés. La Cruzada Espacial aguardará mientras tanto el pleito sucesoral por dividendos y deudas. Suponemos entonces que será posible su legado universal vagando el sistema solar, gracias al inventario lírico de Elvis y los Beatles. En las telepantallas de Neverland -no Nostromo- transmitirán ad infinitum su videografía completa: por ejemplo Thriller, copia fatal -jamás oportuna cita- de las películas de George Romero con abundancia zombie; o aquel video proveniente de su disco equívoco History, en el que la gigantesca estatua de sí mismo embarga hasta el llanto una multitud reprimida por un ejército rojo (¿acaso Michael es stalinista, fascista o maoísta a fuerza de gigantes íconos de sí?). Por lo menos no hay duda de su antisemitismo, producto de su embrollo racial y sexual que raya en una psicodelia naif propia del Capitán Centella y la Señorita Cometa. Quizá la nave se tope con otras civilizaciones allende el Sistema Solar: en la ausencia de Louis Armstrong, Duke Ellington, Miles Davis, Billie Holiday, Ella Fitzgerald, los bailarines de tap y Gregory Hines, Martin Luther King, Joshua Gibson, Satchell Paige, Jackie Robinson, Hank Aaron, Michael Jordan, Barack Obama e incluso Quincy Jones (sí, el inventor de Michael Jackson y el estúpido Will Smith), los extraterrestres darán cuenta de la única cosa notable en su interior, el magnífico afiche de Farrah Fawcett apenas vestida de rojo con la melena derramándose en pos de sus turgentes senos, sus deliciosos pezones que nos retrotraen la carne de la guayaba.




En Valencia de San Desiderio, 26 de junio de 2009. ¡Rasputín Vive!

Wednesday, June 24, 2009

SALUTACIÓN A DOS LIBROS RECIENTES




Saludamos a los escritores Carlos Yusti y Francisco Arévalo, pues el jueves 25 de junio de 2009 en la Librería Orinokia (Guayana) presentarán sus libros más recientes: Para evocar el olvido y otros ensayos inoportunos y el poemario Adiós en Madrid respectivamente. He aquí una nota correspondiente al evento:

“Para evocar el olvido y otros ensayos inoportunos” se puede decir que tiene como soporte los artículos escritos para revistas y periódicos. El nexo común para agruparlos como libro sería el tono irreverente y ciertas licencias con respecto a los temas tratados. Son ensayos en los que se mezclan lecturas, aficiones, fobias y pasiones mundanas, pero todo pasado por el cedazo implacable de la literatura. Yusti no oculta sus puntos de vista en ocasiones atinados, pero mucha veces arbitrarios. Le gusta la escritura mezclada con la vida para que el ensayo respire ese aire canalla, ese aire montaraz de la literatura escrita a fuerza de obstinación por aquello que escribió Cioran: “La chispa surge de la obstinación”. Nota de solapa.

Adiós en Madrid, 2009, donde Francisco Arévalo revela por vez primera un discurso poético vinculado a la amada que finalmente aparece en sus coordenadas más íntimas. También en sus claves discursivas están los lugares transitados por el poeta: el Orinoco, Madrid, Puerto Ordaz, Granada, Sevilla, Barcelona. Son sitios que están vivos en la piel y que son visualizados y encarnados en la amada con una sobrecogedora cotidianidad que evidencia el esplendor de eso llamado “día a día”. Deslumbra el espacio cotidiano de Arévalo mientras los rasgos femeninos son deseados y buscados en los resquicios que yacen como claves en el discurso poético “que se viene siendo”. Discurso que se resume en su texto 18:


Aquí me paro


En los costados de esta noche alegre

A tan sólo metros

Los duendes huidizos que no regresaron al averno

El escudo de murallas para no volver

La pizarra donde fijamos tropiezos

De la manera que se viene siendo

Nota de Juan Guerrero.

Monday, June 22, 2009

DE LA CONQUISTA Y LA COLONIZACIÓN. WILLIAM OSPINA


Pensar que la conquista fue únicamente una atrocidad nos dificulta entender la herencia de ese proceso, que todos asumimos como instrumento de civilización: la lengua que hablamos, la religión o adopción de los ideales de modernidad que inspiraron las luchas de independencia. Por supuesto que hay que condenar la barbarie y los crímenes innombrables que se cometieron, pero en la conquista no sólo hubo pizarros y corteses; también hubo personajes que con heroísmo y abnegación adelantaron una gran labor de civilización. Nuestra composición europea es irrenunciable y es tarde ya para decirle a Cristóbal Colón que no desembarque. Si no somos capaces de ver la complejidad de la conquista, no podremos entender tampoco la complejidad de nuestra cultura; y en mi obra siempre he hecho el esfuerzo por demostrar que podemos convivir con todas las memorias, y no tenemos qué regalar unas por otras.


En entrevista concedida al periodista Javier Pereira, Diario El Nacional, 8-6-2009, cuerpo Escenas, p. 4.


William Ospina (Tolima, Colombia, 1954). Escritor que ha publicado entre otros títulos las novelas Usúa (2005, Alfaguara) y El país de la canela (acreedora de la más reciente edición del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos).

Friday, June 19, 2009

CUATRO TEXTOS BREVES DE ALEJANDRO ROSSI (1932-2009)


Tuve una novia extraña. Me confesó que era criptojudía y yo pensé -en mi ignorancia cristiana- que era una secta erótica. Durante meses esperé la invitación.


El bosque era enorme. Unos pinos altísimos y grises. De lejos vi a la niña que perseguía a un lobo aterrado. Lo juro.


Un hombre agoniza en un cuarto y al lado de la cama, sobre un piso de baldosas, está echado un perro. Entra alguien, observa unos segundos y cierra otra vez la puerta.


Cuando yo era adolescente pensaba que los grandes escritores eran personas incapaces de maldad. Mi razonamiento era a la vez simple y falso: la bondad acompaña a la comprensión, a la inteligencia, sin la cual -creía- es imposible escribir una página que valga la pena. Aún recuerdo mi escándalo al leer, en las memorias de un contemporáneo, que Valle Inclán pateó a un (pequeño) perro empeñado en subírsele a una pierna mientras él (Valle Inclán, claro) buscaba un libro.


Tomado de Manual del Distraído (1987, Monte Ávila Editores).


Alejandro Rossi (Florencia, 22 de septiembre de 1932-Ciudad de México, 5 de junio de 2009). De padre italiano y madre venezolana, amén de su ciudadanía mexicana, desarrolló una estimable obra filosófica y literaria en una atmósfera lúdica y -por fortuna- contingente e híbrida. Entre sus libros tenemos Lenguaje y significado (Siglo XXI, 1968; F.C.E., 1995), Manual del Distraído (Joaquín Mortiz, 1978; Monte Ávila, 1987), Cartas Credenciales (Joaquín Mortiz, 1999; Fundación Bigott, 2004), Sueños de Occam, El cielo de Sotero, La Fábula de las Regiones y la novela Edén, vida imaginada. Fue colaborador de Octavio Paz en las revistas Plural y Vuelta. Su oficio en la prosa fusionó exquisitamente el ensayo y la narrativa, como ferviente lector y discípulo de Jorge Luis Borges. A finales de los años noventa, la Editorial Monte Ávila Editores publicó la colección Alejandro Rossi ante la crítica, la cual compila una serie de reseñas críticas que abordan su obra. En la tercera edición de la Antología del Cuento Venezolano de José Balza (1996), podemos leer su cuento Sueños de Occam.

Tuesday, June 16, 2009

ALEJANDRO ROSSI SE MARCHÓ AL MUNDO DE LOS DISTRAÍDOS. CARTAS CREDENCIALES. ALBERTO HERNÁNDEZ


Artículos y reportajes (Letralia)
Alejandro Rossi se marchó al mundo de los distraídos
Cartas credenciales

Alberto Hernández


Desde los días del Manual del distraído, Alejandro Rossi nos suena en la conciencia. El ensayista, atado al amor de tres nacionalidades, favorece la universal, la más cercana a nuestros afectos.

Con Cartas credenciales (Fundación Bigott, Caracas, 2004) Rossi se nos presenta lleno de la vida que ha encontrado en México, donde es considerado como uno de los intelectuales más sólidos y respetados. La lectura nos amarra desde la primera página: estas cartas de presentación nos hacen descubrir la biografía de un hombre que si bien nació en Italia, tuvo en Venezuela su segunda patria, así como en México el imaginario que hoy lo cobija y le da aliento para seguir husmeando el mundo.

Desde su primer ensayo lo vemos agitarse: “No es fácil encontrar la tradición que nos conviene. Aquella que se ajusta a nuestros gustos y facilidades. La familia intelectual que comparte afinidades y aversiones, temas, estilos, mañas. A veces es necesario hacer largos rodeos y transitar por territorios ajenos. En el mundo hispanoamericano esto es aun más cierto porque no hemos vivido en culturas filosóficas propias, asentadas y, por consiguiente, las generaciones y grupos han debido elegir, a veces sin antecedentes previos, no sólo éste o aquel problema, sino la cultura filosófica en el que discurre”.

Esta reflexión se confirma en las páginas que más adelante terminan de darle cuerpo al libro. Pese a ese vacío filosófico, Rossi rompe con la “soledad teórica y el peligro de un didactismo elemental”, como él mismo lo dice, para desnudar la sapiencia y los afectos por un “territorio” humano que es la vigencia de nuestra cultura, pese a no contar con una filosofía propia.



II

La vida de este pensador, aferrado a las letras, se reconoce en la filosofía y en la literatura. Sobre estos puntos señala: “¿Y la literatura? Ha sido, más que la filosofía, mi santo y seña para mezclarme con la realidad”. Que nunca ha estado muy lejos: vivir en América Latina es toda una aventura donde la gramática del espíritu complementa la de un paisaje que se mueve entre el grito y el silencio.

Esta corta autobiografía revela las “cartas credenciales” del escritor ante un auditorio en el Colegio Nacional de México, suerte de currículo que se estima imprescindible para darle más fuerza a su presencia, al hecho de “que yo sólo sea un espejismo de la buena voluntad” de los mexicanos que comparten su talento, sus más caras intimidades.

La próxima estación nos deja en Borges. El recuerdo del viejo escritor argentino marca de cerca de quien le escribe: “La muerte de Jorge Luis Borges ejemplifica a la perfección ese misterio que, con terminología tradicional o quizás simplemente eterna, llamaré la mezcla o la reunión del alma y del cuerpo”.

Y así, alma y cuerpo, Borges es visto a lo lejos, la primera y última mirada. El alma, la lectura del genio. El cuerpo en una conferencia, un día; en la calle de una ciudad, un instante: “Quiero recordar la primera vez que lo vi, porque ya entonces entreveía —más física que conceptualmente— que allí se tramaba una alquimia rarísima. Conviene saber que yo tenía veinte años y era un lector de Borges desde los quince”. Pasadas las décadas, una conferencia, llegar tarde a ella. Sólo atinó a verlo con la mirada caprichosa de la memoria visceral. Es decir, de ello guarda lo que quiere.



III

La otra memoria, la del alma, lo frecuenta con generosidad, ya a un poco más de los treinta años. Se apareció Borges: “Yo también crucé la calle y lo seguí unas cuadras, a cierta distancia, asombrado en el fondo de que las cosas fuesen así, tan simples y tan enigmáticas, un hombre camina por la calle. Yo todavía lo sigo”.

Un texto corto dedicado a Juan Nuño, otro venezolano anclado en nuestra espiritualidad. La muerte del autor de La cuestión judía dejó una marca en Rossi: “Me consuela pensar que la intimidad vale más que el escenario, me conforta saber que ni él ni yo desperdiciamos un solo minuto de amistad. Ignoro dónde se encuentra Juan Nuño ahora. Lo único que puedo asegurar es que estará para siempre conmigo”.

Por supuesto, no podía faltar Octavio Paz, otro de sus amigos. Corre aún mucha agua por los afectos de este hombre que recorre el continente en una recreación feliz por personajes y hechos que terminan por hacernos más cercanos.