Saturday, October 17, 2009

CONDICIÓN DE LECTOR: JULIO RAFAEL SILVA


Rafael Simón Hurtado
Condición de lector: Julio Rafael Silva Sánchez

Foto de Luis Alberto Angulo


Julio Rafael Silva Sánchez (Cojedes, 1947). Licenciado en Educación (UC). Magíster Scientiarum en Gerencia Educacional (UPEL). Premio Nacional de Ensayos–UNELLEZ (1988), Premio Nacional de Ensayos-IPASME (1989), Premio Nacional de Ensayos Literarios-CONAC (2005), Premio Nacional de Crónicas Literarias -Centro Nacional del Libro-Red de Escritores de Venezuela (2008). Profesor de Postgrado en: UNELLEZ, UPEL, Santa María, Universidad Latinoamericana y del Caribe. Autor, entre otros textos, de Del retrato a la máscara en el laberinto literario de Arturo Úslar Pietri (2003); El mundo de las cooperativas (2004); Eduardo Mariño: el brillo y la sombra de una escritura heteróclita (2005); Carlos Noguera: el juego, la pasión y la nostalgia (2005); Francisco Lo Russo: un ángel de María Lionza (2007); Héroes y villanos, llaneros y llanura en las narraciones de José León Tapia (2008); José León Tapia: pasión, realidad y ficción poética como testimonio de vida, Prólogo a Vencido por la nostalgia, de José León Tapia (2008).


1. ¿Qué libro relee, qué autor? Recuerdo con nitidez mis primeros años de estudios universitarios, cuando una lluviosa tarde estival recibía de manos de Luis Azócar Granadillo (aquel nunca bien ponderado pescador de atardeceres) ese libro que marcaría para siempre mis gustos literarios: se trataba de Rayuela, de Julio Cortázar, novela que nunca he dejado de revisitar. Es algo recurrente: cada año, a la entrada de las lluvias, experimento la inexplicable necesidad de ir en su búsqueda: ubico en mi biblioteca el gastado ejemplar de hojas amarillentas y la aventura se reanuda, recordando siempre la frase de Azócar, anotada con su menuda caligrafía de inquietísimo bohemio: “…léelas con espíritu joven y abierto, que estas páginas te revelarán el mundo que siempre has buscado".


2. ¿Qué libro no pudo terminar y por qué? Me avergüenza decirlo, y estoy seguro de que esta afirmación me valdrá el desdén y la reprobación de muchos literatos consagrados, pero jamás pude concluir la lectura de Ulises, de James Joyce. Confieso que lo intenté varias veces, obligado por exigencias académicas, o arrastrado por las pretensiones de la moda, pero fue verdaderamente insoportable la lectura de esas páginas. Finalmente (a pesar de la insistencia de Carlos Noguera, en las acaloradas noches de la calle Lincoln), sucumbí ante las dificultades lingüísticas, los insoportables trabalenguas literarios y la pesada narrativa de este autor.


3. ¿Qué autor no le gusta? Joâo Guimarâes Rosa. Insufrible.


4. De todos los lugares de su casa, ¿cuál prefiere para leer? Confieso que toda mi vida he sido muy cómodo. Afortunadamente, tengo en mi casa un rinconcito al cual de manera un tanto pedante denomino biblioteca o estudio y en donde todo está al alcance de la mano: mis libros, la computadora, los viejos discos de jazz y de música barroca… Allí, con el cerro El Café en lontananza, prefiero leer. Pero al menos tres veces al día acudo al baño, en donde permanezco por más tiempo del que mi esposa soporta, disfrutando de la deliciosa (y paradójicamente complementaria) mixtura de la lectura y la excreta.


5. ¿Le gusta leer fuera de su casa? ¿Cómo y en dónde? Como viajo mucho por el país, debido a mis clases de postgrado en diversas universidades, utilizó el tiempo obligado de los recorridos en autobús para ponerme al día, a pesar de la estridencia de las rancheras, el vallenato o los merengues con que siempre me castigan los conductores. Me voy a permitir contar una anécdota: hace un par de años, en un viaje de Valencia a Elorza, me raspé de un tirón Papiros amorosos, de Eugenio Montejo, al ritmo de un interminable concierto que Bob Marley perpetraba desde los altavoces del bus, sin solución de continuidad: ¡siete horas ininterrumpidas!


6. ¿Qué géneros prefiere: narrativa, ensayo o poesía? Depende del momento. En las mañanas, tempranito, leo poesía: Rimbaud, Breton, Supervielle, Carrera Andrade, Sumana Sinha, García Lorca, Whitman, Borges, Aimé Césaire, Benedetti, Morejón, Ramos Sucre, Lameda, Pérez Só, Montejo… En las tardes, ensayo: Mircea Eliade, Adorno, Quignard, Chesterton, Foucault, Derrida, Paz, Rodríguez Monegal, Elizondo, Lezama Lima, Fernández Retamar, Julio Ortega, Blanco Fombona, Oropeza, Picón Salas, Araujo, Úslar, Arráiz Lucca, De Nóbrega… Y en las noches, narrativa: Simenon, Conan Doyle, Cortázar (¡por supuesto!), Durrel, Tolstoi, Moravia, García Márquez, Fuentes, Rulfo, Cabrera Infante, González León, Noguera, Balza, Chirinos, Burgos… (desorden que a veces varía, sujeto a mi ánimo y a las condiciones del tiempo).


7. ¿Cuál es su autor preferido? A riesgo de parecer fastidioso, reiterativo, un lugar común: Julio Cortázar, no sólo por Rayuela y sus otras novelas (Libro de Manuel, 62 modelo para armar), sino por sus relatos, sus ensayos e, incluso, su poesía.


8. ¿Hay algún verso o fragmento de libro que recuerde y repita?
Hay tres: de Juan Ruiz, el Arcipreste de Hita, en su Libro de buen amor (desde mis años de bachillerato en el liceo Pedro Gual, bajo la afable e ingeniosa conducción del poeta José Joaquín Burgos): …Como dice Aristóteles, cosa es verdadera, / el mundo por dos cosas trabaja: la primera / por aver mantenençia; la otra era / por aver juntamiento con fembra plasentera. De Octavio Paz, en su libro Corriente alterna: …La actividad poética nace de la desesperación ante la impotencia de la palabra y culmina en el reconocimiento de la omnipotencia del silencio. Y de Pepe Barroeta, de su poema Octubre: …Quiero verte, / ocultarme en el manto que descubre el pasado. / Quiero extender tu cuerpo de alba en las colinas. / Allá duerme, abreviado, el corazón del ángel.


9. ¿Qué autor le parece poco valorado? José Vicente Abreu. Haría falta no sólo valorarlo, sino estudiarlo en las escuelas, liceos y universidades.


10. ¿Qué libro le hubiera gustado escribir? El oficio de vivir, de Cesare Pavese.


11. ¿Con qué personaje literario se identifica? Una vez más: con Horacio Oliveira, de Rayuela.


12. ¿Con qué libro ha llorado? En realidad, con ninguno: todos los libros que amo me hacen muy feliz.


13. Nombre tres libros con los que se ha sentido un lector agradecido.
Lolita, de Vladimir Nabokov, Tres tristes tigres, de Guillermo Cabrera Infante e Inventando los días, de Carlos Noguera.


14. Si usted fuese miembro de la Academia Sueca, ¿a quién le daría el Nobel de Literatura?
Si dudar ni un instante, a Jorge Luis Borges (a pesar de que él no lo hubiera querido y, tal vez, lo hubiese rechazado).


15. ¿Qué libro le recomendaría a Dios? El diccionario del diablo, de Ambrose Bierce. Y todos, absolutamente todos los libros del divino Marqués.


16. ¿Qué libro invitaría a leer al Diablo? El Cantar de los cantares, del rey Salomón. Y todas, absolutamente todas las Epístolas de San Pablo.

1 comment:

Carolina Yribarren said...

a mi tambien me abria gustado escribir como Pavese... sentir tan profundo, intenso, calcinante cada palabra escrita sobre los claros prados del Piamonte italiano.
bella entrevista a Rafael Silva.
besos