Wednesday, February 23, 2011

PRESENTACIÓN DE TRES LIBROS PREMIADOS. LIBRERÍAS DEL SUR VALENCIA, SÁBADO 26 DE FEBRERO DE 2011, 10 AM

Vielsi Arias (foto de Luis Alberto Angulo)
Estimados Amigos: El Grupo Li Po y el Grupo Literario Enriqueta Arvelo Larriva tienen el gusto de invitarlos a la presentación de los libros "Los Difuntos" de Vielsi Arias y "La Visita del Ángel" de Juan Medina Figueredo, ambos títulos premiados en la edición 2010 del Concurso Literario Stefania Mosca (Fundarte). Además, también conversaremos sobre el poemario "Postal de Sequía" de Freddy Ñáñez, acreedor de la Bienal Ramos Sucre. Este jolgorio se realizará en la sede de Librerías del Sur Valencia el día sábado 26 de febrero de 2011, a las 10 am. Asiste, sólo la poesía y la magia de contar satisfacen.

LA ODISEA LÚDICA DE RICHARD MONTENEGRO. José Carlos De Nóbrega

Richard Montenegro y Sherline Chirinos


LA ODISEA LÚDICA DE RICHARD MONTENEGRO
José Carlos De Nóbrega

En la ciudad de Valencia de San Simeón el estilita, encaramado nuestro patrón en el monolito de la Plaza Mayor, nos topamos con voces que profesan su devoción por la literatura y la mitología griega clásica: Teodoro Láscaris, por supuesto, heredero del trono de Grecia quien nos enseñó su gran filosofía en la U.C.; Alejandro Oliveros, por vía de su persistente trabajo poético y ensayístico; o Pedro Téllez, en sus comentarios añadidos y reseñas bibliográficas que tienen como pretexto conversar sobre la relectura placentera de los clásicos. Muy a pesar de las dificultades que suponen el trabajo editorial en América Latina, hallamos al fin en los estantes de Librerías del Sur Valencia, el pequeño volumen de cuentos 13 fábulas y otros relatos de Richard Montenegro.

Es un honor presentar este libro primerizo por partida triple: Es el primero de nuestro amigo Richard como autor; el primer título que inaugura la Imprenta Regional Carabobo; y mi primera experiencia como editor. Como dato curioso, presenta dos ediciones: la primera de agosto de 2007 equivalente, según reza la última página, a 500 ejemplares; la segunda de enero de 2008, corregida si se quiere, montante el tiraje en 250 ejemplares. Nos importa hablar de la obra y el autor, no de las peripecias relativas a la primera edición, dignas más bien de las disparatadas crónicas de Martín Romaña.

Las trece fábulas, a las que hace referencia el título, constituyen el motivo central de esta colección narrativa: Una aproximación lúdica y muy venezolana de la mitología griega, harto afortunada como se puede comprobar, distante de –por ejemplo- la pésima imitación de Rubén Darío atribuida a poetas pavosos y advenedizos –aquí los cisnes níveos mutan en pájaros de papel marché- o el desafortunado acercamiento de Marcel Camus al mito órfico y, peor aún, a la idiosincracia y la cultura de Brasil en el film Orfeo Negro. El tono funde la comedia, la poesía y la cita textual inteligente y oportuna: La apertura muestra la cornamenta de un Menelao escarnecido por el pueblo, en tanto desquite político del oprobio esclavista al que es sometido por la nomenclatura del clan guerrero de turno. Las verduras que la turba le arroja al cornudo monarca, nos retrotrae aquella escena de Novecento de Bernardo Bertolucci, en la que los campesinos le arrojan estiércol de caballo a los opresores. La quinta fábula nos refiere el suplicio y el despecho de Orfeo, sin importar que la locación sea un mercado de pulgas del libro auspiciado por una casa que hasta las sombras vende, pues como se sabe a esta academia se le fundieron los fusibles hace mucho tiempo. Entonces, la recreación poética del mito, equivalente a su multiplicidad de lecturas, no desdice la necesaria crítica cultural que ha de merecer un medio mezquino, tonto y definitivamente ágrafo como el nuestro (muy a pesar de los DTA en nuestras universidades e instituciones culturales): “Fue inútil, Eurídice y la cultura permanecen en el infierno”. Otra de las fábulas de nuestra preferencia se refiere a Odiseo o Ulises, viejo guerrero reconocido por su perro Argos sin importar la Jodisea que los separó durante años: “Había vuelto, él había vuelto. Con su mirada nublada busca los ojos de su amado y suspira por última vez. Y así Argos descansó por última vez en los brazos del rey de Ítaca”. El suspense implícito en esta séptima fábula pareciera remedar el Cantar de los Cantares de Salomón, las jarchas e, incluso, la relación paradójica entre perros y seres humanos –lindante con lo que llamamos el atajaperro- patente en la película Amores Perros de González Iñárritu. Por otra parte, Alejandro Oliveros nos refiere un Ulises que quiere arrojarse convulso a la mar, evadiendo así la mustia vida sedentaria en una Ítaca de oropel: “Cuánto no daría, sin embargo, por / hacerme de nuevo a la mar, alistar / el resbaloso leño y encontrarme / con el cuerpo desnudo de Calipso, / o, en la noche arenosa de Cumboto, / abrevar de Circe en sus blancos senos”. En ambos casos, sin importar las particularidades de cada quien, sólo nos resta compartir el influjo benévolo y placentero de Homero en nuestras lecturas y los garabatos que desparramamos en el papel o la pantalla de cristal líquido.

Se agregan al volumen tres relatos más: “Mediterráneo”, “Génesis” y “La Conejera”, los cuales no rompen con esta compulsiva profesión de contar y conmover al lector y al oidor (aconsejamos su lectura en voz alta). Nos complace “La Conejera”, una aproximación poética y nostálgica no sólo de la infancia, sino también del arte de narrar vinculado al goce y a la encrucijada de hablas que aún nos maravilla. Los cetáceos van a la par de la bitácora de Jasón y los Argonautas, en un periplo perpetuo en pos del Vellocino de Oro.

Valencia de San Desiderio, 19 y 21 de febrero de 2011.

Monday, February 07, 2011

AZUL FORTALEZA. ROSANA HERNÁNDEZ PASQUIER


AZUL FORTALEZA

Rosana Hernández Pasquier

Sin miedo, lo malo se nos va volviendo bueno
Las calles se confunden con el cielo
Y nos hacemos aves, sobrevolando el suelo, así
Sin miedo, si quieres las estrellas vuelco el cielo
No hay sueños imposibles ni tan lejos
Si somos como niños
Sin miedo
Rosana


Es el nombre de una publicación de la amiga Marisol Pradas, excelente periodista, quien incursiona en el mundo de las letras con este su primer libro. Es, tal y como ella me dijera, una escritura autobiográfica.

Días antes de comenzar adentarme en esta lectura, había visitado a la también escritora y amiga Petruska Simne. En la conversación de ese día Petra había puesto sobre la mesa el tema de la historia personal. Mientras repasábamos momentos de nuestras vidas y retazos de las vidas otros, Petra afirmaba, palabras más, palabras menos, que parecía que ésta carecía de importancia, o que no se le prestaba la atención que verdaderamente merecía.

Pasaron los días pero había quedado inmersa en ese tema. Entonces llegó Marisol Pradas con su Azul Fortaleza para ratificar, por si existía alguna duda, que Petruska tenía toda la razón porque la historia personal es de una gran fuerza. Para contarla no se necesita ser renombrado, acreditado ni que tu nombre encabece la lista de los primeros en tal o cual cosa. Pues creemos que sólo los famosos gozan de la posibilidad de contar sus vidas. Lo verdaderamente imprescindible es tener valor. Porque de estas historias, las que habitan tras da porta, está hecha la urdimbre de las grandes tramas, esas que nos dejan con los ojos fijos en el techo como dos huevos fritos.

El libro trata, o parece tratar, sobre la fina daga de la tragedia. Ese filo que no sabemos de dónde sale, pero que nos alcanza y nos tasajea. Es la historia de una joven familia que lucha por lograr sus sueños, alcanzar las metas, mientras intentan mantenerse juntos. El esposo, un hombre amoroso, con éxito y conciente. Ella, la compañera, la esposa, la yunta, la que ampara, protege. El hijo, un pequeño, un ser inocente que quiere disfrutar más tiempo con el padre. Luchan por tenerse el uno al otro. Aspiran con esfuerzo lo mejor, trabajan para ello. En estos afanes se encuentran cuando llega la dama, la señora a la que no se puede renunciar: la muerte. Ella, con su guadaña como de luna nueva, todo lo hizo añicos.

A muerto Martín, el esposo de Marisol, en un aparatoso accidente de tránsito y la relación con la empresa transnacional para la cual trabajaba en un alto nivel gerencial, la relación con sus colegas, con esas personas con las que hasta hacía nada compartía su afecto y sus proyectos comienza a enlodarse. Truecan esas relaciones para dejar al desnudo las miserias humanas. Las ruindades enmascaradas sobre las que se pretende edificar. La empresa, empecinada en robarle, lo referente al seguro, esos cobres bien ganados, al difunto. Los compañeros en hacerse los de la vista gorda para no perder la desdichada condición de vivir a la sombra. Y así, sumando páginas, va calando una tristeza honda y una rabia de las buenas frente a la mezquindad y al dolor por el que atraviesa Marisol, y seguramente hay miles de Marisoles en el país y eso da más dolor o más iracundia. Porque Marisol en medio de la pérdida de este ser tan querido y con características tan claras y hermosas, tiene que sacar fuerzas para enfrentar a esta poderosa empresa y a la oscura conducta de quienes eran sus representantes.

Y ciertamente parece que de esto trata, pero no. Trata de cómo levantarse con decoro. Trata de quien, como bien lo dice el poeta José Joaquín Burgos, procede con un respeto irrestricto a la dignidad humana, a la vida, a los valores esenciales del espíritu. Y con un manejo inobjetable del oficio, una escritura limpia, precisa, y una lección de lenguaje reveladora de la densa formación intelectual de Marisol Pradas, de su inteligencia y de su serena belleza interior, escribe esta historia y ha construido con ese material su vida y la de su hijo.

La escritura, la confección del libro es de mucha valía. Es un libro elocuente, lleno de confianza y de dignidad. Su autora comienza a levantarse de este episodio trágico y topa con la muerte de su padre. Luego el deslave de Vargas arrasa con las vidas de su hermano y su cuñada. No queremos dar más detalles, aspiramos a encender la llama del interés para que lean, o relean quienes ya lo conocen, la Azul Fortaleza que edificó esta valerosa mujer venezolana, quien no tuvo miedo y no permitió que pisotearan sus convicciones apuntaladas en nobles valores de amor e inquebrantable esperanza.

Este libro que cuenta una historia personal, una historia además bien escrita, deja en sus lectores un poderoso conocimiento: existe la oscuridad, pero todos los días se hace la luz sobre la faz de la tierra. Podemos escoger. Marisol Pradas nos señala el camino de la luz que sale del corazón. En Azul Fortaleza, el amor todo lo puede. Amén.

PRESENTACIÓN DE "13 FÁBULAS Y OTROS RELATOS" DE RICHARD MONTENEGRO (LIBRERÍAS DEL SUR, 19/2/2011, 10 AM)


Siete más siete de Cristóbal Ruiz


*

Estimados Amigos: El Grupo Li Po y el Grupo Literario Enriqueta Arvelo Larriva tienen el gusto de invitarlos a la presentación del libro 13 Fábulas y otros relatos (2007-2008) de Richard Montenegro. Este jolgorio se realizará en la sede de Librerías del Sur Valencia el día sábado 19 de febrero de 2011, a las 10 am. Asiste, sólo la mitología y la magia de contar satisfacen.

Sunday, February 06, 2011

UNA MUESTRA POÉTICA Y PLÁSTICA DE CRISTÓBAL RUIZ (Y 7)

Autorretrato (1998)
*
Cristo viene... huyamos!!!.
*

UNA MUESTRA POÉTICA Y PLÁSTICA DE CRISTÓBAL RUIZ (6)

La Mona Lisa pide fiao
*
Puedes escribir dos hojas
que no me pertenecen

Ya todo es exquisito

Hay una cucaracha bonita
solitaria
que se esparce en la noche

No es amiga mía
Sin embargo me come la comida
el azúcar divina
*

UNA MUESTRA POÉTICA Y PLÁSTICA DE CRISTÓBAL RUIZ (5)

Tomasa llora

*

Por el canso ganzo (sic)
ni violines ni llanto
de paraulatas cristalinas

Ya me cansas llanto

*


UNA MUESTRA POÉTICA Y PLÁSTICA DE CRISTÓBAL RUIZ (4)

El Libertador

*

Las botas de mi hermano comunista
escondidas bajo la silla
silencio no me maten
gritaba

*


UNA MUESTRA POÉTICA Y PLÁSTICA DE CRISTÓBAL RUIZ (3)

Los Caballos de La Luna

*

Me gusta el negro
lo negro es exacto
lo negro se encuentra
en la madera
en la flor
en la hoja

*


UNA MUESTRA POÉTICA Y PLÁSTICA DE CRISTÓBAL RUIZ (2)

La Plaza (1989)

*

Ambiguamente el pueblo es digno
Ambiguamente el pueblo no es una nostalgia
Y uno lo quiere
Cuando hay un desarraigo total
como el mío

*


UNA MUESTRA POÉTICA Y PLÁSTICA DE CRISTÓBAL RUIZ (1)

Mujer sentada
*
Martina era una amiga
que yo tenía en mi pueblo
Martina era una negra
hermosa y tierna

A Martina nunca la pude buscar
Yo no me casé en mi pueblo
Fui tan distraído
que quise ser intelectual
*
Nota del administrador del blog: La presente muestra poética y plástica de Cristóbal Ruiz pretende rendir un modesto y cariñoso homenaje a nuestro hombre de La Luna. Agradecemos, entre muchos de sus amigos, la presencia de Vielsi Arias, Aleja Ceballos, María José, María Fernanda, Radhamés, Richard Montenegro, Luis Cedeño y Freddy Ordaz, quienes nos acompañaron este fin de semana a festejar la partida física (5 de febrero) y el cumpleaños (6 de febrero) de Cristóbal. Los poemas fueron extraídos del blog del Grupo Li Po (el cual a su vez los tomó prestados de la Antología Poética Universitaria de La Universidad de Carabobo, Editorial Clepsidra-FCU UC-, cuya curaduría correspondió a los escritores Luis Cedeño, Slavko Zupcic y Gino González). Las pinturas tienen como fuente la página facebook Cristóbal Ruiz Pintor de La Luna (en este caso, las fotografías son de Orlando Baquero). José Carlos De Nóbrega.